miércoles, 4 de junio de 2014

RANCHO ARRIBA: UN AISLAMIENTO INEXPLICABLE E INSULTANTE

Por: Fabián Díaz Casado
San José de Ocoa es una de esas provincias, donde las condiciones climáticas abren posibilidades idílicas a quienes se preocupan por la sustentabilidad e integridad del desarrollo en el país. Enclavada en la Cordillera Central y soñando con la superación de los males que sumen en un desconcertante estancamiento que contrasta con los esfuerzos de su gente por superarse.
Es este contexto, el que da razones a quienes reclaman acciones concreta para superar la pobreza, los rezagos y la iniquidad, priorizando políticas e intervenciones que se correspondan con las necesidades de la gente.
Exigir que se trabaje en la creación de condiciones que aprovechen ese potencial para transformar la realidad socioeconómica y cultural de los territorios que presentan características especiales como es el caso de Rancho Arriba en San José de Ocoa.
Rancho Arriba es uno de los 3 municipios de San José de Ocoa. La proximidad con las provincias Monseñor Noúel y La Vega por el Norte les coloca en una posición ventajosa para ampliar sus relaciones con el Norte del País. Esa ventaja relativa queda trunca dado el deterioro progresivo de las carreteras y caminos que la intercomunican.
La urgencia y pertinencia de la construcción de la carretera Ocoa-Piedra Blanca y la habilitación de los caminos vecinales de toda la provincia es el mejor antídoto para que la gente aproveche las ventajas competitivas y la vocación de progreso de los moradores de la provincia 13-30.
La situación se agrava continuamente, pese a los insistentes reclamos de su gente, las gestiones de sectores externos al municipio, los amagos politiqueros y las promesas de las autoridades.
Acosados por una pobreza creciente y con sus esperanzas de progreso renovadas por el incremento de la instalación de sistemas modernos de producción agrícolas mejor conocidos como invernaderos que aporta ingresos y genera riquezas para el país reclaman atenciones tanto del gobierno central como del gobierno local.
No hay razones que expliquen el descuido y abandono al que ha sido sometido ese municipio. De poco ha servido el denodado interés de quienes aspiramos a ver a nuestros pueblos transitando la ruta hacia el desarrollo. Cuando se reclama la reparación de los caminos y carreteras en esa demarcación, no es un favor que se está pidiendo es un derecho de los pueblos a beneficiarse de las políticas estatales que requieren para desarrollarse.
Cierto es que esas condiciones exigen planificación estratégica, visión, articulación social y una altísima inversión para potenciar el desarrollo integral pero dentro de ese paquete debe incluirse como prioridad la construcción y reconstrucción de las carreteras para facilitar el intercambio de todas índoles.
San José de Ocoa es una provincia que ha dado largas batalla pero la gran guerra el abandono a que ha sido sometida. Rancho Arriba es ahora el mejor testimonio de esa triste realidad. Sus autoridades deben movilizar todas su influencia para supera tan penosa situación. Pareciera que alguien ha decidido maliciosamente, someter a ese municipio al ostracismo, obviando su alto potencial productivo, los derechos de sus munícipes y los aportes que hace al país.
El deterioro de las vías de comunicación desmotiva la inversión y acelera la inmigración. La gente sale y abandona aquel paraíso de ensueños que es el Valle de Rancho Arriba ¿Qué impide que se concreten las promesas? ¿Por qué se posterga la construcción y reparación de unas vías tan importantes? ¿Quién o quiénes se oponen o entorpecen la concreción de ese alto sueño de la gente de Ocoa de tener una Carretera Turística que la comunique con El Cibao?
La República Dominicana es un país, definido por la tradición como un lugar donde las condiciones climáticas favorecen el desarrollo agropecuario, el turismo y el comercio internacional. De ahí la aspiración de de su gente de aprovechar esas ventajas para dar "El Gran Salto Adelante".
Nuestros reclamos han sido ignorados por los hacedores de políticas y los planificadores del desarrollo. Insistiremos hasta que se pueda construir un mundo donde la justicia social sea norma y no excepción. Los pueblos necesitan levantar sus reclamos a contrapelo de unos liderazgos político y social cuyos intereses no siempre coincides con el interés de la gente.
¡Otro mundo es posible y necesario!
fuente: http://ocoaenred.com/
Rancho Arriba paraiso natural